Mientras afilaba el verdugo su enorme hacha
El Rey escuchó la historia, mesándose la barba
La Lechuza, por su parte, se posó en un candil
Dónde el relato de Talis, divertida, se dispuso a oír
Tras darme cuenta de mi terrible error
Traté de arreglar las cosas, ¡Lo juro, mi Señor!
Busqué la ayuda de esa lechuza mentirosa
Pero el maldito bicho huyó ¡Abandonó a su hija hermosa!
La Lechuza tenía que admitirlo, magnifica ejecución.
Lo de Talis no era la espada, era la improvisación [¡Que magnífica función!]
Y esos ojos, esa mirada
¡Si hasta parecía que fuera honrada!
Con la espada aún clavada miré los ojos de la desdichada
Más no era la Princesa ¡Nuestra señora es mucho más delgada!
Entre susurros antes de morir la plebeya confesó –
Lechuza y Dragón el mismo bicho son
Al principio no le creí, delirios debían ser
Pero ¿Mentir un moribundo? ¿Por qué?
Mientras, el pájaro se alejaba riendo y veloz
Buena prueba de su vileza y naturaleza atroz
El mal bicho no quería que hablara,
Quería cargarme el muerto, ¡Qué ave más malvada!
Pero yo no iba a permitirlo
Tenía que limpiar mi nombre, contar todo, decirlo
Aún a sabiendas que mi vida peligro corría
Aquí estoy, ante su Señoría
Pero mi inquietud en ese momento era distinta
¿Dónde estaría la princesa? necesitaba una pista
Investigando descubrí con horror
Que se la había comido ese Pájaro Dragón
Todo era una farsa, una patraña
Para alejar de él las sospechas, ¡Una trampa!
Pese a los peligros y el temor
Vine corriendo hacia Vos
Al reino, del engaño debía de avisar
Y la muerte de la princesa poder vengar
Ese monstruo infame de ahí
Que se posa en el candil
Rapta princesas de todos los reinos
Y luego se las come con pimientos
Las miradas se dirigieron a la Lechuza blanca
Que ya no reía desde su improvisada banca
“Mirad el plumaje del ave parlante
Blanco, impoluto ¡Sólo puede ser Magia de Nigromante!”
La Lechuza abrió el pico para protestar
Ese maldito Talis la iba a liar
Pero el caballero se adelantó y gritó para enfatizar
¡Tened cuidado alteza! ¡Parece que os va a atacar!
La charlatanería de Talis al Rey embaucó
Y con una mano el verdugo al pajarraco atrapó
Sin poder siquiera argumentar, un golpe seco ¡zas!
Y la Lechuza sin cabeza para siempre jamás
Y así logró Talis salvar su pellejo,
Mintiendo, engañando, siendo todo un pendejo
Por los servicios al Rey, heredero fue nombrado
Y mientras Dragón, Princesa y Lechuza, todos amortajados
[fin]
El Rey escuchó la historia, mesándose la barba
La Lechuza, por su parte, se posó en un candil
Dónde el relato de Talis, divertida, se dispuso a oír
Tras darme cuenta de mi terrible error
Traté de arreglar las cosas, ¡Lo juro, mi Señor!
Busqué la ayuda de esa lechuza mentirosa
Pero el maldito bicho huyó ¡Abandonó a su hija hermosa!
La Lechuza tenía que admitirlo, magnifica ejecución.
Lo de Talis no era la espada, era la improvisación [¡Que magnífica función!]
Y esos ojos, esa mirada
¡Si hasta parecía que fuera honrada!
Con la espada aún clavada miré los ojos de la desdichada
Más no era la Princesa ¡Nuestra señora es mucho más delgada!
Entre susurros antes de morir la plebeya confesó –
Lechuza y Dragón el mismo bicho son
Al principio no le creí, delirios debían ser
Pero ¿Mentir un moribundo? ¿Por qué?
Mientras, el pájaro se alejaba riendo y veloz
Buena prueba de su vileza y naturaleza atroz
El mal bicho no quería que hablara,
Quería cargarme el muerto, ¡Qué ave más malvada!
Pero yo no iba a permitirlo
Tenía que limpiar mi nombre, contar todo, decirlo
Aún a sabiendas que mi vida peligro corría
Aquí estoy, ante su Señoría
Pero mi inquietud en ese momento era distinta
¿Dónde estaría la princesa? necesitaba una pista
Investigando descubrí con horror
Que se la había comido ese Pájaro Dragón
Todo era una farsa, una patraña
Para alejar de él las sospechas, ¡Una trampa!
Pese a los peligros y el temor
Vine corriendo hacia Vos
Al reino, del engaño debía de avisar
Y la muerte de la princesa poder vengar
Ese monstruo infame de ahí
Que se posa en el candil
Rapta princesas de todos los reinos
Y luego se las come con pimientos
Las miradas se dirigieron a la Lechuza blanca
Que ya no reía desde su improvisada banca
“Mirad el plumaje del ave parlante
Blanco, impoluto ¡Sólo puede ser Magia de Nigromante!”
La Lechuza abrió el pico para protestar
Ese maldito Talis la iba a liar
Pero el caballero se adelantó y gritó para enfatizar
¡Tened cuidado alteza! ¡Parece que os va a atacar!
La charlatanería de Talis al Rey embaucó
Y con una mano el verdugo al pajarraco atrapó
Sin poder siquiera argumentar, un golpe seco ¡zas!
Y la Lechuza sin cabeza para siempre jamás
Y así logró Talis salvar su pellejo,
Mintiendo, engañando, siendo todo un pendejo
Por los servicios al Rey, heredero fue nombrado
Y mientras Dragón, Princesa y Lechuza, todos amortajados
[fin]
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