jueves, 25 de agosto de 2011

El Dragón, La Princesa y La Lechuza - Parte 3


El pobre dragón quedose petrificado

Al ver como a su amada le habían arrebatado.

Su dolor se convirtió en tal desesperación

Que en mil pedazos se deshizo su corazón


Hombre y lechuza quedaron acompañados

Por una doncella muerta y un dragón congelado

La estampa no podía ser más espantosa

¿Quién podría imaginar que así acabaría la cosa?


“¡La culpa no es más que tuya, bicho asqueroso!”

Increpó al ave el joven valeroso

“Tú me engañaste para que matara a la princesa

Y ahora el rey querrá cortarme la cabeza!”


“No seas tan necio y arrogante”

Dijo la lechuza con palabras cortantes

“Reconoce que no eres un caballero de verdad

Sino un impostor que por valiente se ha hecho pasar


Y ahora no tienes escapatoria,

Pues seré yo quien te despoje de tu gloria

Le contaré al rey que mataste a su única heredera

¡Y nadie en el reino te salvará de la hoguera!”


Y dicho esto, el pájaro malherido emprendió vuelo

Dejando a Talis sumido en un gran desconsuelo

“Pero aún puedo librarme, si con gran presteza

Adelanto al pajarraco y llego antes a la fortaleza”


Raudo y veloz Talis subió a su montura

Salió de la cueva y cabalgó bajo la noche oscura

“¿Qué le diré al rey?” – de camino pensaba

Mientras en el bosque encantado al galope se adentraba


Seres mágicos, criaturas horripilantes

Surgían de las rocas, corrían por todas partes

Basiliscos, huargos, duendes y raposas

¡Hasta ponis blancos con las crines rosas!


Pero nada parecía a nuestro jinete distraer

Y presto cual rayo siguió cabalgando sin desfallecer

Durante días, semanas, meses cabalgó

Y por fin al gran castillo real llegó


“¡Abrid las puertas! Talis el Raudo ha regresado

Y exige audiencia con el rey en privado”

Mas antes de que su discurso hubiera terminado

La Guardia Real le hubo capturado


“Maldita lechuza, ¡se me ha adelantado!”


Atado cual perro fue llevado ante su majestad

Vestido de luto con toda solemnidad

“¡Arrodíllate, bandido ingrato y cruel

Mataste a mi hija, y ante todo el reino me vengaré!”


“Soltadme, Su Majestad, estáis muy equivocado

Todo fue un perverso truco por la lechuza ideado

Pero no sufráis mi rey amado


Pues no es vuestra hija a la que yo he matado”

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