viernes, 29 de marzo de 2013

La Septima Ola - Segunda Parte

El comandante Donald Craig, del 7º Batallón de Asalto de las Fuerzas de la Unión miraba a su alrededor. Llevaban 15 horas de vuelo desde que salieron de la base Nueva Frontera 4. El destino era Tierra Viva. Su transporte, una aeronave modelo Fuerza 4 de transporte de tropas que disponía de cuatro motores de geotracción les permitía elevarse y moverse de forma totalmente silenciosa; Una de las naves mas modernas del ejercito de la Unión.

Cada uno de los 50 soldados que componía el contigente del comandante Craig pasaba la horas de vuelo como podía. Unos desmontaban, limpiaban y montaban sus armas, otros leían, otros rezaban. Algunos simplemente hablaban con los compañeros sobre sus familias. El comandante Craig los miraba y pensaba.

Por los libros de historia sabía como era el humano del siglo XXI, conocía las diferencias étnicas que había entonces. La unificación, pensaba, no solo les había dado la oportunidad de sobrevivir, también los había hecho mejores. Mas altos, fuertes, resistentes, de piel algo más oscura también, se decía a si mismo mientras sonreía. Lo mejor de cada raza, de cada pueblo se había unido para hacer un ser humano mejor. Se preguntaba si era posible que hubiera sido casualidad.

Delante suya el soldado de infantería Liu Chang, alto, fuerte, calvo, con los ojos ligeramente afilados leía un libro: “Los olvidados de Tierra Viva” de Gary Gray.

- ¡Soldado! -

La enérgica voz del comandante hizo que al soldado Chang se le cayera el libro de la manos.

- Perdone señor - , se disculpó el soldado.

Craig recogió el libro, lo conocía, ya lo había leido.

- ¿Tiene alguna duda sobre la misión, soldado? -

- No, señor - respondió Chang inmediatamente.

- ¿Es que cree que este libro le puede dar más información sobre el objetivo que los informe oficiales?-

- No, claro que no señor, solo, es que queri... -, - quería saber porque mandan un contigente militar a tomar un terreno supuestamente despoblado - interrumpió Donald. - ¡Sus ordenes son claras, soldado!. ¡Aterrizar en el punto bravo 4!. ¡Reconocer el terreno y detener cualquier amenaza que exista en la zona y atente con la seguridad de Tierra Viva!.-

El soldado se puso de pie y como si recitara un discurso aprendido. - ¡Señor, con el debido respecto se...

De pronto las alarmas resonaron por toda la aeronave y una voz metálica empezó a escucharse en todo el aparato.

- ¡Atención!, ¡atención!. Alarma de colisión. Ataque no previsto contra la nave. Maniobra de evasión en 3,2... 1-

La aeronave giró bruscamente haciendo caer al suelo a varios soldados y al comandante. A continuación lo ocupantes pudieron oir una explosión. En la parte trasera de la aeronave se abrió un agujero por donde fueron escupidos varios soldados.

- Impacto recibido. Aterrizaje de Emergencia-

El comandante, como el resto de soldados intentaban acceder a los cinturones de gravedad para agarrarse a los asientos. Mientras la nave seguía cayendo. Tras unos segundos de caida todo se volvió negro para el comandante Craig.



Cuando recuperó la consciencia Donald Craig no sabía bien donde estaba. La escena era dantesca. Estaba dentro de un amasijo de metal con varias decenas de cuerpos de soldados muertos. No podía mover las piernas así que impulsandose con los brazos y con las pocas fuerzas que tenía intentó arrastrarse al exterior de la aeronave.

En el exterior vió como, igual que su nave, en la zona habían caido varios de los aparatos que formaban el contigente. Delante suya, entre el humo y el fuego, vió que había varias edificaciones metálicas, antiguas, cubiertas por la vegetación, y delante de estos edificios, figuras humanas.

Cuando estas formas humanoides se acercaron las pudo ver mejor. No eran humanos. Algunas figuras tenían la piel verde, otros tenían varios brazos, alguno incluso parecía que tenían alas. El comandante Craig sacó su pistola de impulsos mientras veía como un humanoide de piel de leopardo y garras se acercaba a él. Pero apenas tuvo tiempo de levantar su pistola antes de que el extraño habitante de Tierra Viva acabara con su vida       [continuará]

viernes, 22 de marzo de 2013

La Septima Ola - Primera Parte

- ¡Buenas tardes Unión! Soy Bill Billet. Están ustedes en Meridiano Cero, el más greatest programa de la NGS, que se emite en riguroso directo para todo el planeta. Hoy tenemos como invitado a Gary Gray, doctor y profesor en Historia de la conocida como Edad Contemporánea, si bien de contemporánea tiene ya poco, ¡Nooo! - Tras reírse de su propio chiste, Bill se gira sobre su flamante butaca roja mientras no deja de sonreír a cámara. Sus labios bioesculpidos hacen imposible que sea de otra forma - El profesor Gary está con nosotros para intentar aclararnos la razón, Why?, y posibles consecuencias del movimiento de tropas hacia Tierra Viva. Profesor, ¿Nos puede explicar qué es lo que está pasando exactamente? ¿Es acaso Tierra Viva una amenaza?

- Justo para responder a eso estoy hoy aquí Bill - El doctor se traba torpemente al repetir un dialogo ensayado mil veces en su cabeza. Su piel, negra como el carbón, le hace disimular los nerviosos goterones de sudor que caen por su rostro- Creo que lo primero es darnos cuenta que la situación que tenemos hoy día tiene su origen hace mucho tiempo. Todo comenzó con la conocida como Primera Ola, que tuvo lugar a mediados del siglo XXII, ese es el origen de la actual crisis a la que nos enfrentamos.

- Creo que a los espectadores les sonará, como a mí, de las boring clases de historia eso de "la Primera Ola fue el primer movimiento migratorio masivo ideado y organizado por el hombre de manera global. Su objetivo fue la unificación del planeta y la desaparición de países y fronteras" - dice Bill en tono cantarín, como lo haría un niño de primaria recitando la lección - Pero, ¿Nos está diciendo que es un problema que arrastramos desde el siglo XXII? Amazing  ¿Cómo es posible que la Primera Ola sea culpable de lo que sea que está pasando en el subcontinente?

- La Primera Ola fue algo mucho más importante de lo que hemos estudiado en la historia - Por un instante Gary parece dudar de su respuesta. Se coloca una y otra vez sus gafas mientras busca la cámara que debe mirar - Su causa oficial fue, digamos... algo distinta a la real. No fue un movimiento humanitario, al menos no tal y como la entendemos, una ayuda del fuerte al débil. Tampoco fue un intento de integración racial y política. Y aunque las Seis Olas acabarían efectivamente a la postre unificando a la gran mayoría de países del planeta, no fue esta la razón por la que tuvieron lugar - Tras un largo silencio Gary continúa - Se hizo para garantizar la supervivencia de lo que se conocía como Primer Mundo. De la humanidad como la entendemos actualmente, me atrevería a decir.

-  Sorry, profesor - Por un segundo, el discurso de Gary ha eclipsado la figura de Bill, que intenta recuperar su protagonismo comenzando a sobregesticular - ¿Está diciendo que la Unificación no fue más que la consecuencia de las Seis Olas y no al revés? ¡Is Crazy! ¿Tiene algún tipo de información que confirme lo que nos cuenta?

- Mire Bill, hay cientos de libros, publicaciones de la época y trabajos de historiadores que lo abalan - Cada vez más suelto, Gary parece olvidarse de las cámaras  - Pero claro, por cada uno de ellos hay miles de estudios de la Unión que dicen lo contrario. La Primera Ola fue la solución a la mayor crisis que ha vivido la humanidad jamás. La gran paradoja de la evolución. En el Primer Mundo, los descubrimientos médicos, técnicos y las mejoras sociales propiciaron una ausencia total de selección natural durante demasiadas generaciones, que acabó haciendo que la sociedad enfermara. El gran nivel económico y social, la posibilidad de mantener con vida individuos que de otra forma hubieran perecido fue letal para los genes de los hombres del Primer Mundo. Fue una especie de evolución genética no dirigida, una disvolución.

- Je je.. What? - Mientras mira de un lado a otro sin saber qué está pasando, Bill repasa los papeles de la entrevista... ¿Estaba realmente esto en el guión o es que aún seguía colocado cuando los revisó hace un rato? -  No te sigo Gary, ¿Qué quieres decir?

- Lo que intento decir, Bill, es que en el siglo XXII cada vez más niños nacían y crecían con enfermedades congénitas,  predisposición a sindromes nunca antes vistos, enfermedades cognitivas, canceres... - Gary sabía la respuesta a las dudas que leía en la cara de Bill. Podía buscar en sus papeles todo lo que quisiera, no iba a encontrar nada de esto en ellos - Llegó a tal punto la degeneración genética que por cada niño completamente sano, nacían otros cien que requerían de diversas intervenciones para que fueran viables. Y la situación iba a peor, llegaría inevitablemente hasta el colapso, acabando con el Primer Mundo y su sociedad. Estos niños con una carga genética no viable se convertían con los años en padres. Padres que dejaban a sus hijos una herencia letal y así sucesivamente. Las Seis Olas no fueron lo que nos han contado. Fue una serie de raptos masivos de niños del Tercer Mundo para ser criados por los gobiernos del Primer Mundo y sanar con sus genes fuertes al enfermo, rico y viejo sistema.

- Doctor Gray, lo que está diciendo es algo muy hard- El mediático presentador mira a la sala de control esperando unas instrucciones que no llegan - Quiero que sepa que la NGS puede cancelar la emisión de este programa si sigue por ese camino tan, tan fantástico y tan subversivo, tan insane.

- Usted me ha hecho una pregunta, yo se la voy a contestar - Sabiendo que tal como están las cosas le queda poco tiempo, Gary comienza a hablar con un tono más serio, más solemne, y también más rápido - El material genético estaba tan deteriorado, la sangre tan sucia, que el Primer Mundo en bloque se puso a buscar una solución. Al principio civilizadamente, pero estos primeros intentos por solucionar la situación fueron completamente infructuosos. Antes de que tuvieran lugar las Seis Olas, las grandes marcas farmacéuticas comenzaron a gestar en sus laboratorios niños cuyo genoma había sido diseñado completamente libre de enfermedades. Estos niños, conocidos como Santos, eran vendidos en grandes lotes a los gobiernos del primer mundo con idea de inyectarlos en la sociedad para que procreasen y engendraran cuantos más hijos mejor.

Sin embargo, la cantidad y variedad genética de los individuos que los laboratorios eran capaces de generar era limitado. Pronto las simulaciones advirtieron que el peligro de colapso seguía presente. Entonces fue cuando el Primer Mundo miró a sus vecinos pobres, para robarles lo único que aún tenían tras siglos de expolio, a sus hijos. Niños sanos[...]

- ¡Stop doctor! No puedo permitirle que siga hablando en esos términos en mi programa - Bill se pone en pie tratando de mostrar autoridad - Not! Por todos es sabido que no fue eso lo que pasó. Esos países pobres de la Edad Contemporanea, forman parte de la Unión desde el principio. La Unión acabó con la pobreza, bye bye pobreza. Las Seis Olas lograron a finales del siglo XXII un mundo nuevo sin diferencias sociales, un mundo mejor, una nueva era, nuestra era. La Edad de la Unión. Además, estás totalmente out,  tus divagaciones no explican siquiera porqué el ejercito se dirige a Tierra Viva

- ¿No lo ves Bill? - A la desesperada, Gary trata de concluir su discurso - Los niños están volviendo a enfermar. Tierra Viva no es lo que nos venden. No es una gigantesca reserva de plantas y animales, no es el pulmón de la Tierra, no son infinitas tierras salvajes y naturales. Tierra Viva es lo que quedó de esos viejos países del Tercer Mundo, son millones de personas obligados a vivir en una falsa prehistoria con un único fin de [...]

- Me dicen por el pinganillo que tenemos que ir a publicidad, just now! - Con manos sudorosas Bill acaba la intervención del profesor arrancándole de las manos su micrófono - Enseguida volvemos, Chao, chao.

viernes, 15 de marzo de 2013

La Venganza De Un Buen Hombre - Indice


Apareció de la nada, como todos los demás de la reunión. Afuera, la lluvia azotaba sin piedad los coches que se alineaban en el parking del centro cívico. Dentro las goteras llenaban algunos cazos y barreños que, repartidos por toda la galería, servían como banda sonora al drama y las tragedias confesadas en voz alta. Como los demás, aquel hombre tenía unos cuarenta y pocos. Como los demás, llevaba una pegatina en el pecho con un nombre de pila que, con toda seguridad, sería falso.

“Bob” – o al menos así lo bautizaba su pegatina – vestía sudadera de color negro, pantalones vaqueros y calzado deportivo muy gastado. Tenía la cabeza afeitada y su complexión era atlética, más fuerte que los demás. Algunos lo miraban, sentados en sus sillas plegables, preguntándose en silencio cómo lo hacía. Cómo cóño podía mantener esa figura con un cáncer corroyendo sus entrañas.

Así comienza "La Venganza De Un Buen Hombre". Puedes leerlo siguiendo nuestro índice:

Primera Parte - http://loscuatromilcuatrocuentos.blogspot.com.es/2013/02/la-venganza-de-un-buen-hombre-primera.html


Esperamos que os guste tanto como a nosotros, ¡un saludo a todos!

La Venganza de un buen Hombre - Conclusion


Cuando Ronnie entró en la planta 42 del centro de congreso de Los Angeles vió, una vez más, el resultado del fracaso en su trabajo. Todos estaban muertos: Ralph, Adam, Tom,.... John, incluso los perros.

Su conversación con John había dado tiempo para que los grupos Alfa y Beta de las fuerzas especiales tomaran posiciones; Accedieran a la planta a través del hueco del ascensor y se situaran en el falso techo a través de los conductos de ventilación. Mientras, el grupo de técnicos Omega cortaba cualquier tipo de comunicación y emisión que pudiera salir del edificio (excepto la llamada telefonica entre Ronnie y John). Ninguna señal de audio, video ni datos podría salir, ni entrar en el edificio ya fuera por cable o aire. Con esto evitaban que desde el propio edificio se pudiera emitir las imágenes o mandar una señal a alguien que pudiera enviarla.

El asalto apenas duró unos segundos. John y sus amigos no tuvieron ninguna oportunidad. Primero cayeron los perros, a continuación los secuestradores. Ninguna baja en los rehenes, -un trabajo perfecto- comentaba uno de los soldados.

- Si, perfecto- repetía Ronnie en voz baja mientras contemplaba el cuerpo sin vida de John sin poder evitar que se le escapara más de una lágrima.

-Sargento- una llamada por el comunicador, le saco de su ensimismamiento. - ¿Si?- contestó intentando recuperar la compostura.- Señor, han cogido al lider de los secuestradores-, -¿como?, contestó sorprendido Ronney- Si señor, ha confesado y quiere hablar con usted-.

...


Ronnie miraba al padre Fenris a través del amplio cristal. Sentado en una silla de ruedas contemplaba fijamente el ventanal que les separaba. Ronnie pensaba que parecía que le miraba fijamente a los ojos. Permanecía tranquilo.

Leyó de nuevo el informe. Todavía no había dicho nada. Simplemente que era responsable de preparar el plan de secuestrar al G20 y que quería hablar con él.


Tiró la carpeta encima de la mesa. Las fotos de los hombres muertos en el asalto de las fuerzas especiales de desparramaron por las mesas. El padre Fenris giró la cabeza y miró las fotos.

- ¿Por qué Padre?. ¿Es esta la obra de Dios que tanto os empeñais por extender?.-


- Los caminos del señor son inexcrutables - Fenris contestó impasible.

- ¡No me jodas Fenris!, tengo a 4 hombres buenos muertos y quiero saber por qué!-

Fenris levantó los ojos de las fotos y miró al policia, - yo diría que no ha sabido hacer su trabajo-.

A Ronnie le dieron ganas de coger al cura de su sotana y hacerle comer todas y cada una de las fotos, pero se contuvo, por el momento.

Fenris volvió a mirar las fotos. - Cuando abandoné el seminario me mandaron al hospital St Francis, tenía que dar consuelo y esperanza a los enfermos terminales de cancer. Allí, quiso Dios que conociera a Peter Lacking, alto cargo de la empresa farmaceutica Zenecal. Peter quería limpiar su alma antes de morir. Me contó que tenían una vacuna contra el cancer que nunca llegaría a los enfermos. Después de tantos meses viendo morir a niños, jovenes, mujeres y hombres no podía creer como Dios podía dejar que la gente sufriese de esa manera.
Entonces, comprendrí que como Dios se presentó a Moises como una zarza ardiendo, a mi se me presentó como Peter Lacking. “Ve y libera a mi pueblo, que dejen de sufrir”. Tenía la misión, pero necesitaba el medio, el báculo de moises. Entonces conocí a John Goodman. Un hombre destrozado por el cancer pero con una fuerza, determinación y liderazgo sin igual. Solo tuve que darle el primer empujón: le ayudé a sobreponerse de la quimio y le conté lo que sabía de industrias Zenecal. Como si estuviera guiado por Dios andó solo el resto del camino.

Ronnie escuchaba atotino el relato del cura sin encontarle el sentido. - Pero te disparó, te dejó medio invalido.- Fenris sonrió. - Decisión de Dios, sin duda. Lo importante era que John convenciera al resto de hombres para que se unieran a nuestra causa. Si para eso tengo que estar cojo el resto de mi vida. Que así sea.-

- Pero, ¿que pretendías conseguir con todo esto?, ¿matar a John y a los otros?- Como si de una respuesta se tratara alguien golpeó con fuerza el cristal y luego un agente entró en la sala. - Sargento, tiene que ver esto- gritaba mientras encendía la pequeña televisión de la sala.

La pantalla dividida en cuatro imágenes mostraban la misma escena, cientos de manisfestantes apostados delante de un edificio. El letrero sobreimpreso en la imágenes rezaba: Industrias Zenecal atacada por todo el país. Y abajo, la muerte de 4 hombres enfermos de cancer desatan la ira de la población.

Fenris bajó la cabeza mientras recitaba:

-Y los hijos de Yahvé vieron la verdad en los ojos de Moises, se liberaron de sus ataduras y exigieron el cese de su sufrimiento a los que tanto dolor y muerte les habría provocado. Y este Dios vengativo y piadoso les condujo a la tierra prometida.-

viernes, 8 de marzo de 2013

La Venganza De Un Buen Hombre - Tercera Parte

- ¿Y bien? – Esta vez el silencio en la otra línea fue más corto.

- No lo hagas John. – La sensación de pesimismo seguía inundando sus palabras.

- No me escuches si no quieres. Ya está ocurriendo.

- ¿Y luego qué? La prensa se encargará de poneros como un puñado de locos sin escrúpulos. Seréis noticia durante unos días y después seréis historia. La gente se olvidará de vosotros. Pero yo no, ¡ostia! – la garganta de Ronnie era como un megáfono que se escuchaba por toda la manzana. – A mí esto no se me olvidara en la puta vida. ¡Joder John, tú no eres así! Dile a Adam quien eres. Dile lo de tus estudios. Lo de tus becas. No eres un hombre violento. ¡¡Adam!! ¡¡Adam!! ¿¿Me escuchas??

- Me aburres, Ronnie. – Como siempre la barrera emocional de John heló la conversación.- Poned el video. Tenéis cinco minutos o alguien morirá aquí dentro.

Ronnie tenía algo de razón, eso era evidente. John había pasado muchos años de su vida estudiando los libros de veterinaria de su padre en una pequeña granja de San Bernardino. No paró de estudiar hasta que le ofrecieron una beca del condado y un equipo de trabajo en un laboratorio de un centro ganadero de las afueras. Algunos de sus compañeros de trabajo vivían con sus familias en los centros residenciales. Ronnie era sobrino de uno de ellos e iba allí por orden de su padre, el capitán Richard Berman. Pasaba las vacaciones ayudando a su tío en lo que podía a cambio de muy poco dinero. Cuando creció y reunió el suficiente valor para enfrentarse a su padre se trasladó a la gran ciudad, convirtiéndose en el brillante policía que es hoy.

- ¡¡Me cago en mi padre Alex!! ¿Me quieres pasar ya ese informe?- Habían pasado tres minutos pero Ronnie quería estar seguro antes de volver a coger el auricular. No había tiempo para leer nada así que se centro en las imágenes de los radares infrarrojos. Aquello estaba atestado de gente. Los importantes en el suelo o amordazado. Los moribundos en pie o en posición de combate. Pero hay algo más. Algo que Ronnie no terminaba de asumir. – ¿Qué mierda son esas cosas, Alex?

- Según el informe son perros, señor. Y de los grandes.

Aquello no tenía puto sentido. ¿Ese era su plan B? ¿Qué unos perros le hagan el trabajo sucio? Las bombas lacrimógenas previas al ataque los dejarían fuera de lugar. Entonces, ¿Qué hacían allí?

- Me informan de centralita que el equipo de asalto está listo señor. Solicitan respuesta inmediata de la situación.

“Un poco más de tiempo, joder.”- Pensaba para sus adentros. El cerebro le iba a estallar de tanta presión. Agotado y carcomido por la ansiedad cogió el teléfono, dispuesto a darse por vencido. – “¡No! Aun queda un minuto.”- Pulsó el botón de rellamada y cuando descolgaron en la otra línea dijo la última palabra que le quedaba en la recamara.

- Riverside.

Ni una mofa, ni un insulto, ni una orden. El silencio era lo mejor que le podía pasar en estos momentos. – Riverside. La granja con el laboratorio. ¿Donde si no ibas a entrenar a tanto perro? – La angustia apenas le dejaba respirar.

- Te queda menos de un minuto, chaval.

Había algo nuevo en su tono. Podía sentirlo. Era su oportunidad. – El padre Ferris dijo que estabas reclutando un ejército. Esa es la clave, ¿no? Los perros no están ahí para cubriros las espaldas. Los perros son parte del ejército. ¡Ellos también están enfermos! Tengo razón. Sé que la tengo. Que pasó en Riverside John? El centro cerró porque tus investigaciones fracasaron. Los dejaste sin fondos ¿Y luego qué? ¿La compraste con un falso nombre para seguir con tus juegos? ¿Qué es lo que no me estas contando John? -

- Cállate. Es mejor que no lo sepas.

Seco, duro, pesado. Tanta frialdad era ya el colmo. No la soportaba. – ¿Qué nos ocultas John? ¡Dímelo antes de que sea tarde! – Si la diplomacia no le hacía hablar quizás la rabia le fuese de más provecho. No se equivocó.

- De acuerdo Ronnie. ¿Qué es lo que quieres saber? – a pesar de lo delicado del momento era admirable cómo conseguía mantener la compostura - ¿Que nos ofrecieron contratos millonarios por utilizar nuestros animales como cobayas para un supuesto fármaco revolucionario? ¿Que tuve que soportar amenazas y sabotajes porque nos negamos a utilizarlo? Tú no sabes el dolor y la agonía que se sufre cuando engordas a los animales con esa mierda. Yo si lo sé. Más de lo que te puedes imaginar. Y si, le pedí a un pariente lejano que me ayudara a recomprar el centro. ¿Y sabes que descubrí? Escucha bien que esto te interesa. ¿Sabes lo que nos hicieron esos hijos de puta? Todo ese equipo tan maravilloso que nos ofrecieron, esos hogares tan acogedores… ¡Puta basura! Lo compraron todo en países donde no les importa una mierda el cáncer. ¿Sabes por qué fracasó el proyecto? ¿Lo sabes? Por el agua joder. No había un solo depósito en el centro que no estuviera fabricado con ese material de mierda que envenenó y mató a mis animales uno por uno. Incluso los del agua potable era nocivos. Pensar que la purificábamos solo para ponerla en un sitio que era aun peor. De esa agua bebimos todos, incluido tú, ¡jodido imbécil! – Tras un momento de pausa recuperó el tono frio y distante del comienzo de la negociación. - Crees que estás a salvo, que esto nunca te va a pasar a ti. Pero estás equivocado. Esa agua mató a los animales, me matará a mí y tú serás el siguiente. Puede que no hoy, ni mañana. Pero yo que tú me iba buscando un buen médico.

Era más de lo que Ronnie podía soportar. Mientras el mundo se le caía encima sentía como las fuerzas le abandonaban. Cerró los ojos un instante y dejo caer el auricular lentamente hasta tocar el suelo una vez, y otra. John volvió a hablar, sin que esta vez nadie pudiera oírle.

- Han pasado cinco minutos, Ronnie. - Y colgó.

viernes, 1 de marzo de 2013

La Venganza De Un Buen Hombre - Segunda Parte



Pese a los nervios que sentía, no era la primera vez que Ronnie se encontraba en una situación parecida a esta. Podía decirse que era algo habitual en su trabajo. Al fin y al cabo era negociador en la policía de Los Ángeles y sin embargo esté caso estaba haciendo que las manos le temblaban como la primera vez.

A lo largo de una buena cantidad de años había participado en la resolución de grandes crisis, pero nunca en una tan complicada como esta. No se trataba de un grupo de fríos terroristas tomando el Nakatomi Plaza, no era el típico atraco a un banco perpetrado con más rabia que cabeza, no eran integristas religiosos. No. Se trataba de algo mucho peor. Se trataba de gente normal, sin antecedentes, cuya máxima falta había sido una multa por aparcamiento. Personas con las que Ronnie podía empatizar, entender porqué de su acción.

Eso sin pensar si quiera en quienes eran los rehenes.

- Escúchame “Bob” – la voz de Ronnie a través del teléfono sonaba cálida, confiable, como la de un viejo locutor de radio - Habéis hecho una locura, habéis llegado demasiado lejos, pero aún podemos solucionarlo. Entiendo tus razones, todos los que estamos aquí abajo las entendemos, pero no puede ser. Todos sois buenas personas, buenos hombres. “Bob”,  sabes lo que tenéis que hacer ¿verdad? – Al otro lado de la línea únicamente se oía silencio –“Bob”, ¿Estás ahí?

- Sí Ronnie, no me he movido de aquí – La respuesta fue seca, rápida. “Bob” estaba tranquilo, no parecía presionado por la situación ni por las tanquetas, escuadrones militares y aviones que rodeaban el edificio – No me moveré hasta que atendáis nuestra petición

- Bien “Bob” – Pese a su trabajada dicción, a Ronnie se le notaba ya cansado. Llevaban casi cuatro horas de secuestro y no había logrado nada en la negociación. Es más, era Ronnie el que parecía  estar ganando – Ahora mismo no podemos hacer lo que nos pedís. Necesitamos la autorización del presidente y…

- Si quieres te lo paso Ronnie – Por una vez la frialdad de “Bob” dejaba paso a un poco de humor, muy correoso, pero humor al fin y al cabo – Lo tengo aquí mismo

- No bromees con eso “Bob” – Ronnie marcó mucho el nombre de “Bob” dejando ver que sabía que no era ese su verdadero nobre  – Sabes muy bien cómo funciona esto. Aquí abajo tenemos muchas presiones… ¡Maldita sea! – Ronnie estaba a punto de quebrarse – La gente está muy nerviosa y esos comentarios no ayudan. Quieren entrar ahí dentro y masacraros y con todo este arsenal sabes que lo podrían hacer en un instante…

- Tranquilízate Ronnie, no te salgas de tu papel  - “Bob” sabía que Ronnie le decía la verdad - Tu y yo sabemos que eso no va a pasar. Al menos no mientras tengamos al G20 en pleno en nuestras manos. No pedimos dinero, ni helicópteros, ni siquiera un indulto, sólo pedimos hacer público nuestro comunicado

- No puedo “Bob” – Ronnie estaba derrotado - No podemos hacerlo, no me pidas cosas que sabes que no te puedo dar.

- No lo entiendo Ronnie. Lo único que te estamos pidiendo es que pongas el video. Adam - "Bob" llamó a uno de sus compañeros - ¿Estás escuchando lo que dice, lo entiendes? Porque desde luego yo no lo comprendo. No quieren poner el vídeo, prefieren que haya una sangría, que matemos a los presidentes de los veinte países más poderoso del mundo antes de poner un jodido video – la voz de “Bob” volvía a ser inflexible – Ronnie, vamos a vernos obligados a comenzar a ejecutar a los presidentes si seguimos oyendo tantas negativas

- ¡No!  - Se le escapó a Ronnie, “Bob” le estaba ganando la batalla - Mira “Bob”, desde el centro de operaciones me dicen que están preparados. Van a entrar, van a mataros. No tenemos mucho tiempo más para negociar, se razonable por una vez. ¡Por dios "Bob" tu no eres así!... Van a mataros...

- ¿Crees que nos importa? – “Bob” era como una enorme pared de hielo a la que nada parecía afectarle – Sabéis quienes somos. Ronnie, tenéis nuestros historiales, sabéis que somos enfermos terminales, que estamos deseando morir. Eso sí, en cuanto entréis aquí y acabéis con nosotros, la red se verá inundada con ese vídeo que no queréis hacer público y no podréis pararlo… Explicaremos todo en ese vídeo y ten por seguro que se nos verá como héroes, como mártires y no como terroristas. No creo que esa sea lo mejor para vosotros, mejor dicho, para ellos ¿Te han dicho que hay en el video Ronnie? ¿Lo has visto? ¿No, verdad?

-

- El mes pasado una multinacional farmacológica de Washington patentó un tratamiento contra el cáncer. Sin necesidad de quimio, ni radio, ni largas sesiones de cócteles químicos. Nada de pruebas eternas en máquinas costosas ni años de sufrimiento y gasto médico. Un mes, un mes Ronnie. Un mes tomando una simple pastilla y desaparece todo rastro de la enfermedad. Su coste de fabricación es ridículo. ¿Sabes cuando sale a la venta Ronnie? ¿Lo sabes? – tras una breve pausa, “Bob” se respondió a sí mismo – Nunca. No es rentable. El cáncer, esa muerte larga y dolorosa, les genera una riqueza que no están dispuestos a perder... y nadie en este mundo, ni siquiera los veinte hombres más poderosos, va a hacer nada al respecto – “Bob” hizo una larga pausa -  Han hecho una locura, han llegado demasiado lejos, pero aún podemos solucionarlo. Ronnie, entiendo que es tu trabajo, entiendo tus razones, todos los que estamos aquí arriba las entendemos, pero no puede ser. Todos sois buenas personas, buenos hombres. Ronnie, sabes lo que tenéis que hacer ¿verdad? – Al otro lado de la línea únicamente se oía silencio – Ronnie, ¿Estás ahí?

- Sí John, estoy aquí.