miércoles, 13 de abril de 2011

El Secreto de un Hombre Muerto. Indice

No podría asegurar si no podíamos dejar de mirarla por su desacertada indumentaria, su impresionante físico o simplemente porque desconocíamos de quién se trataba.

Ella era una mujer de unos treinta y pocos años. Alta, rubia, escultural. Sus enormes ojos claros y labios carnosos  la convertían en una de las mujeres más atractivas que hubiera visto nunca.

 

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